domingo, 17 de junio de 2012

beti preciado lonely hearts club band

"Algunos códigos semiótico-técnicos de la feminidad pertenecientes a la ecología política farmacopornográfica:

Mujercitas, el coraje de las madres, la píldora, cóctel hipercargado de estrógenos y progesterona, el honor de las vírgenes; La bella durmiente, la bulimia, el deseo de un hijo, la vergüenza de la desfloración; La sirenita, el silencio frente a la violación; Cenicienta, la inmoralidad última del aborto, los pastelitos, saber hacer una buena mamada, el Lexomil, la vergüenza de no haberlo hecho todavía; Lo que el viento se llevó, decir no cuando quieres decir sí, quedarse en casa, tener las manos pequeñas, los zapatitos de Audrey Hepburn, la codeína, el cuidado del cabello, la moda, decir sí cuando quieres decir no, la anorexia, el secreto de saber que quien te gusta realmente es tu amiga, el miedo a envejecer, la necesidad constante de estar a dieta, el imperativo de la belleza, la cleptomanía, la compasión, la cocina, la sensualidad desesperada de Marilyn Monroe, la manicura, no hacer ruido al pasar, no hacer ruido al comer, no hacer ruido, el algodón inmaculado y cancerígeno del Tampax, la certitud de la maternidad como lazo natural, no saber gritar, no saber pegar, no saber matar, no saber mucho de casi nada o saber mucho de todo pero no poder afirmarlo, saber esperar, la elegancia discreta de Lady Di, el Prozac, el miedo de ser una perra calentona, el Valium, la necesidad del string, saber contenerse, dejarse dar por culo cuando hace falta, resignarse, la depilación justa del pubis, la depresión, la seda, las bolsitas de lavanda que huelen bien, la sonrisa, la momificación en vida del rostro liso de la juventud, el amor antes que el sexo, el cáncer de mama, ser una mantenida, que tu marido te deje por otra más joven...

Algunos códigos semiótico-técnicos de la masculinidad pertenecientes a la ecología política farmacopornográfica:

Río Grande, el fútbol, Rocky, llevar los pantalones, saber dar una hostia cuando es necesario; Scarface, saber levantar la voz; Platoon, saber matar, los medios de comunicación, la úlcera de estómago, la precariedad de la paternidad como lazo natural, el buzo, el sudor, la guerra (aunque sea en su versión televisiva), Bruce Willis, la Intifada, la velocidad, el terrorismo, el sexo por el sexo, que se te levante como a Rocco Siffredi, saber beber, ganar dinero, Omeoprazol, la ciudad, el bar, las putas, el boxeo, el garage, la vergüenza de que no se te levante como a Rocco Siffredi, el Viagra, el cáncer de próstata, la nariz rota, la filosofía, la gastronomía, tener las manos sucias, Bruce Lee, pagar una pensión a tu ex mujer, la violencia doméstica, las películas de horror, el porno, el juego, las apuestas, los ministerios, el Gobierno, el Estado, la dirección de empresa, la charcutería, la pesca y la caza, las botas, la corbata, la barba de dos días, el alcohol, el infarto, la calvicie, la fórmula 1, el viaje a la Luna, la borrachera, colgarse, los relojes grandes, los callos en las manos, cerrar el ano, la camaradería, las carcajadas, la inteligencia, el saber enciclopédico, la obsesión sexual, el donjuanismo, la misoginia, ser un skin, los serial-killers, el heavy-metal, dejar a tu mujer por otra más joven, el miedo a que te den por el culo, no ver a tus hijos después del divorcio, las ganas de que te den por el culo...

Antes pensaba que solo los que éramos como yo estábamos bien jodidos. Porque no somos ni seremos nunca mujercitas ni héroes de Río Grande. Ahora se que en realidad todos estamos bien jodidos, no seremos nunca ni mujercitas ni héroes de Río Grande."

-Extraído de Testo Yonki, de Beatriz Preciado. Puede leerse entero acá: http://antigonia.com/txt/

domingo, 10 de junio de 2012

finder

entonces una maraña de imágenes. fotos desplegadas en un orden arbitrario que me invitaba a encadenarlas. y de repente había un trabajador en un frigorífico sosteniendo un conejo muerto. lo agarraba de las patas y sus ojos clavados en la lente del fotógrafo despertaban miedo y compasión y empatía al entender que la rutina de muerte adormece de a poco. y después un almuerzo de candomberos, un gif animado, una toma de tierras, un primer plano de mi cara demacrada frente a la computadora con una vieja pared de fondo que reconocí como de otra casa en la que vivimos. fotos de familia, de amigos suyos que desconozco, fotos de inviernos lejanos con camperas de otro tiempo. y de repente, esas tres o cuatro fotos. él sentado junto a una chica. una chica que lo besa. una habitación luminosa. por los cortes de pelo diferentes adivino que puede haber pasado cierto tiempo entre una y otra foto. no conozco a la chica pero él es él. es su sonrisa y es esa mueca de felicidad que le conozco tan bien y asomarme a eso, un eso, digamos, en el que no existo, me revuelve la panza y tengo que cerrar. hago click en la crucesita roja de la ventana de la mac. y me digo que no hace falta indagar si la foto tiene 6 meses o 7 años. que no. que esa foto es suya. que no tengo ningún derecho a volver a asomarme. 

miércoles, 6 de junio de 2012

a tontas y a locas







Un sueño de esos en primera persona. Los que catalogo de "sueños doom". Pero va y viene, a veces estoy dentro a veces sobrevuelo. Tengo un novio adolescente, no descartamos que sea más amante que novio por las palpitaciones en el pecho que me agarran cuando siento el ruido de la puerta de casa mientras nos besamos en el living. Sueño que tengo los ojos cerrados, sueño el beso y su olor adolescente, sueño que hace frío -que quizás sea el propio frío de mi habitación mientras duermo-, sueño esa sensación vertiginosa de los besos a ciegas, a tientas.