viernes, 22 de octubre de 2010

little xóchitl

un amontonarse de nauseabundeces. las bolsas de basura en las esquinas, comidas por perros, despanzurradas en medio del asfalto. un chico que se muere a plena luz. doblarse de dolor porque no, las infecciones urinarias no se curan tan bien con hipponeadas de herbolario como con un blister. la cabeza que da vueltas y una basurita en el ojo hace una semana que amenaza con volverme loca. perderme entre la gente y caminar, caminar, caminar. el libro dice, ciertas formas fantasmales domiciliadas en el poniente: son las ánimas de las primerizas muertas en trabajo de parto. el libro dice, considerada la medicina desde el punto de vista de su mismo contexto, cumplía con la misión que la sociedad nativa le había encomendado; esto es, disminuir la ansiedad en el grupo propio y ofrecerle seguridad y consistencia. creo que a mi cuerpo yo no le caigo bien. y mi mente se debe divertir como loca conmigo.
yes.
subte A. 10 minutos parado entre estaciones. diez minutos que quizás fueron 6 o 4 o una hora y veinte. y había un policía. un policía armado, claro. y yo dele pensar calamidades que involucraban asfixia y balas y gente en shock que gritaba y me pisaba la cabeza.
otras cosas que pensé: me voy a recibir en el 2012. gracias por la onda, mayas.

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